Anita Moorjani’s spontaneous healing
On February 2nd, 2006 in Hong Kong, Anita Moorjani was told she had a few hours left to live—she had “end stage” cancer of the lymph nodes and it had spread. Wasting away and organs failing, Anita fell into a coma, but oddly, she remained vividly aware of everything happening around her.
Somehow in her incapacitated state she could see everything in the room and beyond.
Anita was having an NDE (near-death experience).
“It felt as though I could be everywhere at the same time. It was like wherever I put my awareness there I was.”
Suddenly she became aware of her brother in India as he arranged to fly to see her in hospital. Her “dead” father and best friend were there with her as psychopomps. Not just aware of physical things, Moorjani also became aware of the consciousness of all the medical staff in the room working to keep her body alive. Her father tried to communicate to her it wasn’t her time yet, but she didn’t want to come back into a sick body.
However, in her out-of-body (OB) state she suddenly understood why she had cancer (she didn’t love herself) and that if she chose to go back into her body it would heal (it did).
I repeat: while she was “dead,” Moorjani had the profound insight that it was actually a lack of self love that had precipitated her cancer.
The roots of her unwanted symptoms were emotional.
Cancer was not the problem, it was merely the surface level manifestation of the real causal factor, which was psycho-emotional.
Cancer is the body’s symptomatic (healing) response to the underlying wound/insult/damage.
In her words,
“I was killing myself before I got cancer. The cancer saved my life.”
During her NDE, her “deceased” father and best friend communicated to her, “Now that you know the truth of who you are, go back and live your life fearlessly.”
Moorjani regained consciousness and the coma lifted.
Within five days the tumours in her body had shrunk by 70%; within five weeks she went home totally cancer-free. The phenomenon of spontaneous healing after an NDE is actually well documented in the field, but NOT widely known.
After someone makes the choice to return to their body and continue living, the healings follow. (More on that in Book 2.)
Moorjani lists five key lessons learned from her NDE:
to focus on love,
live fearlessly,
value humour, laughter, and joy,
life is a gift,
always be yourself and embrace your uniqueness.1
In my fascinating interview with Adam and Josh Bigelsen (sons of holographic blood pioneer Dr Harvey Bigelsen), Josh stated, “Disease is 1000% emotional,” as we dug into how emotional disturbances eventually turn into physiological ones.
Check out the discussion
In Book 1 of THE GRAND ILLUSION I detailed research into the biofield involving a clairvoyant who could see emotional disturbances in the energy field as much as 20 years before they ultimately manifested in the physical body.
Physical healing after an NDE is only one aspect of the broader phenomenon. There are many other after-effects which are heavily documented and known to all students of the subject.
According to PMH Atwater’s analysis of her own extensive NDE database,2 the most common psychological changes following an NDE, occurring in 80-90% of experiencers, are:
loss of fear of death;
being more spiritual, less religious;
handling stress easier;
more philosophical;
more open and accepting of the new and different;
disregard for time and schedules;
decreased boredom levels;
expansive concepts of love;
activated or enhanced psi abilities;
knowing things;
bouts of depression;
less competitive.
People also tend to be more self-accepting and understand, after contacting what they refer to as “Source” or “God” (or Home), which they characterise as pure love, that the only judgement or condemnation we ever really endure is entirely self-inflicted.
With that insight, many NDErs take a gentler more loving approach to themselves in the aftermath of their experience.
Interestingly, it is also documented that you don’t need to have an NDE to experience many of the benefits that come with it—you can simply read about them.
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Youtube interview with Moorjani (link in
See Atwater, The Forever Angels.
La curación espontánea de Anita Moorjani
El 2 de febrero de 2006, en Hong Kong, le dijeron a Anita Moorjani que le quedaban unas pocas horas de vida: tenía un cáncer en los ganglios linfáticos en “etapa terminal” y se había extendido. Anita se consumió y sus órganos fallaron y cayó en coma, pero permaneció vívidamente consciente de todo lo que sucedía a su alrededor.
De alguna manera podía ver todo lo que había en la habitación y más allá.
Ella estaba teniendo una ECM (experiencia cercana a la muerte).
“Me sentí como si pudiera estar en todas partes al mismo tiempo. Era como si dondequiera que pusiera mi conciencia allí estaba yo”.
Anita se dio cuenta de que su hermano estaba en la India cuando éste organizó un vuelo para verla en el hospital. Su padre “muerto” y su mejor amigo estaban allí con ella como psicopompos. No solo fue consciente de las cosas físicas, Moorjani también tomó conciencia de la conciencia de todo el personal médico en la sala que trabajaba para mantener vivo su cuerpo. Su padre trató de comunicarle que aún no era su momento, pero ella no quería volver a tener un cuerpo enfermo.
Sin embargo, en su estado fuera del cuerpo (OB), de repente comprendió por qué tenía cáncer (no se amaba a sí misma) y que si decidía regresar a su cuerpo, este sanaría (así lo hizo).
Repito: mientras estaba “muerta”, Moorjani tuvo la profunda percepción de que en realidad era una falta de amor propio lo que había precipitado su cáncer.
Las raíces de sus síntomas no deseados eran emocionales.
El cáncer no era el problema, era simplemente la manifestación superficial del factor causal real, que era psicoemocional.
El cáncer es la respuesta sintomática (curativa) del cuerpo a la herida/insulto/daño subyacente.
En sus palabras,
“Me estaba suicidando antes de tener cáncer. El cáncer me salvó la vida”.
Durante su ECM, su padre “difunto” y su mejor amigo le comunicaron: “Ahora que sabes la verdad de quién eres, regresa y vive tu vida sin miedo”.
Moorjani recuperó el conocimiento y el coma desapareció.
En cinco días, los tumores de su cuerpo se habían reducido en un 70%; en cinco semanas regresó a casa totalmente libre de cáncer. El fenómeno de la curación espontánea después de una ECM está en realidad bien documentado, pero NO es ampliamente conocido.
Después de que alguien toma la decisión de regresar a su cuerpo y continuar viviendo, siguen las curaciones. (Más sobre eso en el Libro 2.)
Moorjani enumera cinco lecciones clave aprendidas de su ECM:
centrarse en el amor,
vivir sin miedo,
valorar el humor, la risa y la alegría,
la vida es un regalo,
Sé siempre tú mismo y acepta tu singularidad.
En mi fascinante entrevista con Adam y Josh Bigelsen (hijos del pionero de la sangre holográfica, el Dr. Harvey Bigelsen), Josh afirmó: "La enfermedad es 1000% emocional", mientras indagamos en cómo las alteraciones emocionales eventualmente se convierten en fisiológicas.
Mira la discusión
En el Libro 1 de LA GRAN ILUSIÓN detallé una investigación sobre el biocampo que involucraba a un clarividente que podía ver perturbaciones emocionales en el campo energético hasta 20 años antes de que finalmente se manifestaran en el cuerpo físico.
La curación física después de una ECM es sólo un aspecto de un fenómeno más amplio. Hay muchas otras secuelas que están ampliamente documentadas y son conocidas por todos los estudiantes de la materia.
Según el análisis de PMH Atwater de su extensa base de datos de ECM, los cambios psicológicos más comunes después de una ECM, que ocurren en el 80-90% de los que la experimentan, son:
pérdida del miedo a la muerte;
ser más espiritual, menos religioso;
manejar el estrés más fácilmente;
más filosófico;
más abiertos y receptivos a lo nuevo y diferente;
desprecio por el tiempo y los horarios;
disminución de los niveles de aburrimiento;
conceptos expansivos del amor;
habilidades psi activadas o mejoradas;
saber cosas;
ataques de depresión;
menos competitivo.
Las personas también tienden a aceptarse más a sí mismas y a comprender, después de contactar con lo que llaman “Fuente” o “Dios” (o Hogar), al que caracterizan como amor puro, que el único juicio o condena que realmente soportamos es enteramente amoroso. autoinfligido.
Con esa idea, muchas personas que han sufrido una ECM adoptan un enfoque más amable y amoroso consigo mismos después de su experiencia.
Curiosamente, también está documentado que no es necesario tener una ECM para experimentar muchos de los beneficios que conlleva; simplemente puede leer sobre ellos.
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I found Anita Moorjanis book when I was diagnosed with breast cancer in 2016. I see it as a gift, a spiritual awakening and transformation. An amazing woman. It led me to write my own book about the awakening experience in my book "Gifts from the Devastation" thank you for this piece 🙏